9 metros por segundo... esa es la velocidad que coge un
objeto en caída
libre, sin importar el tamaño o el peso todos caen igual, así como
todos en la vida nos encontramos en esos instantes de caída libre, grandes y poderosos o chicos e
indefensos, todos caemos igual... con miedos y esperanzas... solo cambia la forma en que vivímos esos momentos
de contemplar al infinito e inhalar una gran bocanada de aire que te
oxígene los sentidos y aliviane los pesares, momentos en los que
descubres que el vacío generalmente esta lleno de sorpresas, que la
soledad no es tan solitaria si te tenes de compañía y que el silencio
muchas veces te dice los mejores consejos.
Momentos de aprendizaje en los que hay que aceptar que hay cosas que no podés cambiar solo, otras que simplemente no se pueden cambiar, que a veces hay
que dejarlo ir para poder recuperarlo y soltar la rienda para tomar o retomar el control, momentos en que hay que aceptar que todos estamos en el mismo viaje por la vida, y que depende de vos el como disfrutas el paisaje o te lo perdés, así de simple y complejo a la vez.
En la vida
sea por amor, uno nuevo quizás, o alguno perdido, por algún nuevo reto, un nuevo trabajo, un viaje o un nuevo comienzo y su camino a lo desconocido...por la
razón que sea y seas quien seas o quien pretendas
ser... son esos momentos de caída libre; de libertad pero a la vez de
miedo, de emoción y expectactivas, de ansiedad; cuando realmente
descubrís que estas vivo y de lo que estas hecho... cuando entendes que no hay mas hoy que el instante en el que
estás, que mañana quizás no venga, y que cada momento que gastes es uno que no vuelve jamás.
Caída libre es
cuando los poros se te abren y dejas salir tu escencia, aquello que te
hace
ser quien sos; todo lo que te hace diferente y único cuando te quitas la máscara
y el
maquillaje de la educación y la rutina, cuando te das cuenta de quien
sos y tus limitaciones, pero también de tu capacidad y tus virtudes; que tenés el mundo y tu felicidad al alcance que esta no es un destino, es un camino, Caída Libre es cuando solo podes esperar que se
abra el paracaídas o que alguien detenga la caída del salto que tomaste por fé por el inevitable caminar de la vida, es cuando esperas no estrellarte secamente contra el suelo y querés aprender a volar. Conquistar aquellos cielos, horizontes nuevos y ansiados, caída libre son esos momentos cuando contemplas el cielo y entendés que formas parte de algo más, algo mucho mas grande que vos, es dejar salir un poco del aire que te sobra para aligerar la carga, es redoblar el paso, dar el salto... superar el obstacúlo, levantarte y volver a intentar. Hacer lo que tenes y queres hacer, soltarte y aceptar que al final todos hemos de llegar y no es la meta si no el trayecto lo que importa; que solo vale lo vivido, lo soñado, lo amado a pesar de las heridas, el corazón que no se cansó de querer, las ganas que no se quedaron con las ganas, las caricias que se volvieron trova, el amor que se transforma en bohemia o realidad, el viaje a muchos lugares y a ninguna parte, los estofados, la familia, los amigos, las noches de estrellas y pasión, las bragas y las luces en las sonrisas, el ilusionarte, los juegos y las veces que te jugarón, la belleza de la vida y su música... Es cuando reconoces que sos húmano y que a veces no es de la
caída de lo que tenes que ser salvado, en sino de no contemplar el interminable vacío lleno de
oportunidades por miedo a caer del acantilado, sin saber o
queriendo ignorar que todos estamos ya en caída libre y que tarde o temprano todos enfrentamos lo que llevamos dentro, que sos vos y nadie
mas quien decide salvarse o dejarse salvar. No es ir
queriendo domar al río por la quebrada, intentando llegar al mar
atravesando el continente y no navegando con la corriente, a veces tenes
que ser salvado de no querer abrir los ojos y experimentar el cambio
que se da a tu alrededor, nada permanece igual 2 veces... ni 2 días.
Allí, cuando al fin comprendes que caída libre es mas que libertinaje y vivir sin cuidado sin pensar en el después, que es aceptar la realidad, la vida como es, cambiante y que nada permanece en su sitio, que evoluciona y se transforma, es cuando aceptas que no podes controlar todo en tu entorno o a las personas que te rodean, y reconocés que hay veces en que las oportunidades duran lo que un suspiro, que hay amores tan eternos como el atardecer y aún así son tan inolvidables que pueden marcar una vida, comprender que no vale el aferrarse, que el camino lo tenes que tomar vos y no quedarte estancando, en ayeres encantados o pasados glorioso, allí es cuando
le das mas sentido y valor a los que llegán a tu vida, esas personas especiales
que te salvan de no experimentar la libertad de alejarte del suelo por
un momento y soñar,de no sentir el viento, que te hacen tomar riesgos y simplemente
dejarte ir en caída libre, es aprender a valorar, y a dejar volar, a saborear por las mañanas la vida por mucho que duela, a recordar a quienes se fueron con las risas que provocarón, que si algo te hace llorar es porque seguramente antés te hizo feliz, que cada suspiro fue una risa, y es así como debes volverlas a vivir, no con el adiós, si no con la ilusión de aquel mágico día primaveral...estas líneas yo las he de dedicar, no a una
sola si no a muchas personas, seres geniales de características
especiales que me han sacado, risas y llantos, dolores y que sanaron mis heridas, que se fueron porque tocaba y llegarón porque era hora, que me han hecho saltar y descubrir que
los mejores planes no siempre se planean se improvisan, que las
sorpresas son mejores por ser inesperadas, que a la vuelta de la esquina
podes encontrar al amor de tu vida, que en la siguiente parada puede
que esté aquella persona con quien soñaste toda la vida, puede que en un momento aquellos que te acompañaron bajen del
tren y sigan caminos diferentes, que las manos que te aplaudieron en un momento
estrechen la tuya y con un caluroso apretón con sabor a despedida desaparezcan en las arenas
del tiempo, puede que las sonrisas de ayer hoy sean lágrimas, que los
amigos se vayan lejos, y los amores se pierdan, puede que quien baila
contigo esta pieza se retire de la fiesta, que la borrachera se
transformé en resaca, que el circo acampe y no de función esa noche. He
allí la belleza de la vida, TODOS estamos en caída libre siempre
avanzando... 9 metros por segundo, siempre cambiando y aunque el
carnaval no siempre sea una fiesta para vos... volverás a bailar, vas a
reírte a carcajadas otra vez, vas a volver a soñar, vas a saltar otra
vez, te vas a enamorar nuevamente, el tren no se detiene, las paradas
siguen, la vida continua, la caída sigue, el vuelo aún esta en marcha, queda mucho paisaje por disfrutar aún, nuevas memorias por construir y el camino amigo mío no se detiene hasta que se acaban los días en tu
cuerpo y te toca partir a tí y ser vos quien estreche las manos, ser quien
sea el que desaparezca en el tiempo... cuando al fin detengas tu caída
libre y llegues a tu destino, cuando ya no avances 9 metros por segundo. hasta entonces... seguíremos en caída libre.
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