lunes, 23 de septiembre de 2013

"Introspección"

Hola viejo amigo... ¡Es un gusto encontrarme con vos! Quisiera caer en un cliché y saludarte "Como la gente" pero prefiero no hacerlo, No te voy a preguntar cómo estás... Sé que allá donde te quedaste estas muy bien...
Quizá no me creas este "quizá", pero en serio pretendí despedirme, aunque sé muy bien que ya sabías lo que iba a pasar y la única duda que me queda es ¿cuando lo supiste?, quizá fue en alguna de las madrugadas cuando dejamos escapar un supiro o quizás fue cuando mi corazón latió al compás de una canción distinta a las melodías que solíamos compartir, quizás fue cuando mi subconsciente empezo a soñar con algo más, algo distino o cuando dejó de soñar con otras y otras cosas...
De cualquier forma ha pasado mucho tiempo ¿Cierto? Jamás estuvimos tan lejos, parece a una eternidad de distancia lo sé, lo siento yo también y es como estar a mundos de diferencia.

Dijo alguna vez algún filósofo o un bohemio escritor talvez... o puede ser que hasta me lo invente yo, pero bueno, dicen, que sabes si  un "adiós" es real, cuando no es ruidoso y pasa como un susurro de media noche, casi embargado en la pena de saber que no volverá, como quién se despide de un amante en una costa dejándolo perdido en el tiempo y la distancia; aquel que simplemente no se dio... un adiós forajido que sabes que se fue hasta cuando no está, o algo por el estilo. La cuestión es que odio las despedidas, siempre las odie; no me mires así... A mí me costo aceptarlo al principio también, llegamos a puerto, tierra firme compañero, alfín.

Vos y yo vivimos muchas vidas juntos y en ocasiones... también morimos otro par; ¿Te recordas de aquellas aventuras? fueron tantas que de verdad parecen infinitas verdad vos, tan infinitas como aquellas carreteras a ningún lugar que tantas veces recorrimos, recuerdo como el sol fue cálido como las tardes delicadas y sus playas aterciopeladas, las montañas y valles casi escenas de un Monet, los bares como descritos por Borges y Silvio, bailes como tocados por un tango de Gardel y brebajes espirituosos como sí el mismo Dionisio los hubiera hecho, me recuerdo cuando la vida la medíamos distinto, tenemos memorias tan infinitas como los horizontes que soñábamos alcanzar, horizontes desdibujados a la lluvia y bruma de nostálgicos momentos pintados, no vale ni la pena y no quiero mencionarlo, pero ya no le tengo miedo a decirlo tampoco y es que recuerdo también el aterrador silencio de las noches y aquella casi trágica soledad de las infinitas madrugadas que llegaban hasta medio día, recuerdo cuando el sol que calentaba y la lluvia no refrescó, recuerdo la culpa que me carcomía y la conciencia cargada.

Hoy a pesar de todo me quedo solo con los recuerdos de cada risa, cada alegría cocinada al calor de algún fogón, cada sueño despertado entre estrellas, humos de esos divertidos y noches divinas, recorrimos la piel del mundo con ganas de comérnoslo todo, viví muchas de las alegrías más felices con vos, y suturé muchas de mis heridas más profundas de cada lágrima que dejó un sinsabor, ganamos muchas derrotas, perdimos al ganar otras...pero me quedé con lo mejor de los mundos que conquistamos y eso es algo que tengo que agradecerte a vos, que alejaste  de mí, con tu ser ese veneno que corría en las entrañas, con corajes prestados y valentías fingidas terminamos al final de cuentas por comernos nuestras quimeras, y aprendí a aceptar mis fantasmas brindando con ellos muchos adioses, en mis oscuridades tejí nuevas oportunidades, ¿Compadre vos te acordas cuando imaginábamos nuevas vidas, lugares idílicos? Pués...¡Encontre una!  Pero mano no me mires así... Yo me quedo con partes de vos, tus risas y tus lecciones "lo que vivas hoy son las historias de mañana" "No te perdás la vida en vida, apreciála" y algunos uno que otro consejo para la resaca y de como hacer el amor.

Me quedo con las fiestas, no sus resacas de silencio y soledad, me quedo con tus cielos, tus amaneceres, los abrazos sinceros y los amigos dispuestos... Me quedo con el niño que soy, con la inocencia que nos arrebataron, la que perdimos, la que derrochamos y ocultamos, las lecciones, las locuras pero eso sí te dejo el desenfreno a vos, eso que tanto amaste, me quedo con la seda de las sábanas que nos arroparon, los brazos y sus caricias amables y a vos te dejo los cuentos de cama... y obviamente ¡me quedo con tu cuarto mi hermano!

Pero bueno, mira la hora y todavía hay mucho que hacer, lugares a los que ir y gente por conocer, me toca... ya es hora de partir compadrito, dejarnos atrás, vos allá en mis memorias, en ese lejano pasado en el que fuiste yo, y yo acá en el presente en que soy vos... cada uno a mundos de distancia pero cerca para siempre, me marcho a vivir, me despido de vos para desprenderme de mis pasados, sus glorias y el incienso de las caídas, es hora... de hacer una historia distinta, es bueno hacer una introspección para verte allí manito, descansando entre tus lares, tus archivos, tus leyendas, MI historia... es bueno verme desde adentro, para ser desde afuera. Es ahora hora de comenzar una etapa distinta ¡Hasta siempre viejo yo! se que siempre podré contar con vos, y vos... siempre vas a ser parte de mi, mi pasado, mi historia...